-De cómo regulaban los telemitas su modo de vida-

Toda su vida estaba gobernada no por leyes, estatutos y reglas, sino a su voluntad y franco albedrío. Erguíanse del lecho cuando bien les parecía, bebían, comían, laboraban y dormían cuando en ganas les venía. Nadie los despertaba, nadie los forzaba ni a beber, ni a comer, ni a hacer ninguna otra cosa. Habíalo establecido así Gargantúa. En su regla sólo había esta cláusula:
HAZ LO QUE QUIERAS